Uno de los principales desafíos del manejo de redes sociales es el de lograr que los contenidos tengan visibilidad.
En Facebook (y, desde luego, también en Instagram) el alcance orgánico de las publicaciones es cada vez más residual, y disminuye porcentualmente a medida que aumenta la base de fans o seguidores.
Por eso, es fundamental que consideres -dentro del presupuesto de comunicación- un monto para promocionar tus posteos.
Podés hacerlo directamente en tu fanpage o perfil, con el botón «Promocionar» que generalmente aparece debajo de los posteos o -si querés ir un paso más allá- utilizar la plataforma Facebook Ads y crear una campaña de «Interacción con la publicación».
En cualquier caso, para optimizar los resultados y aprovechar al máximo tu inversión, hay tres claves que no podés dejar de tener en cuenta.
1) Elegí cuidadosamente qué promocionar.
Cuando elijas qué posteos vas a promocionar, hacelo en función de tus objetivos a corto y largo plazo. ¿Tu marca necesita un cambio de imagen? ¿Querés ganar popularidad en un segmento en especial? ¿Comunicar el lanzamiento de un nuevo producto? ¿Sumar participaciones en un concurso?
Como alternativa, podés consultar las estadísticas de tus redes para entender qué publicaciones suelen generar interés en tus seguidores y orientar tu inversión a contenidos del mismo tipo.
2) Segmentá adecuadamente tu campaña.
Una de las grandes ventajas de la publicidad digital es que te brinda la posibilidad de seleccionar, cada vez con más precisión, a quiénes querés llegar con tus anuncios. En Facebook e Instagram, podés segmentar no sólo demográficamente (por ubicación, edad o sexo) sino también en función de los intereses de los usuarios.
Usá tu experiencia para determinar cuáles son las personas que -potencialmente- pueden estar interesadas en el mensaje que estás promocionando, y dirigilo hacia ellas.
3) Controlá la cantidad de texto que tienen tus imágenes.
Para que una pauta funcione correctamente en la plataforma publicitaria de Facebook, las imágenes que utilices no deben tener más de un 20% de texto. Lo mismo sucede en Instagram.
La plataforma hace algunas excepciones (por ejemplo, con las fotos de portadas de libros o de paquetes de productos) pero -en general- la mejor forma de lograr un buen alcance es respetar esta norma a rajatabla.
Para evitarte dolores de cabeza, antes de postear asegurate de que tu diseño cumpla con este requisito con la herramienta «Comprobación del texto de la imagen» de Facebook. ¡Es super fácil de utilizar!
¡Es todo por hoy! ¡Esperamos que puedas poner en práctica estas recomendaciones! Y si tenés dudas o necesitás ayuda para diagramar tus campañas publicitarias digitales… ¡acá estamos! 🙂
